Lamentablemente, la diferencia y prerrogativa que Dios le otorgó al ser humano para que discrepara del resto de los animales es empleada en muchas ocasiones para satisfacer su deplorable ego; el raciocinio, la principal cualidad que hace que el hombre sea hombre.
Sin embargo, lo que en un principio se planteó como una cualidad, ahora se puede aludir como una degradación, al tener la observancia del comportamiento de éste para con su entorno, donde la inconsecuencia toma una imperiosa posición dentro del mundo de la desigualdad y la injusticia.

Todo esto se ve reflejado en la forma como se relaciona con su medio y en las pretensiones que quiere denotar con su "supremacía" mediante su manera de obrar tan ignorante y retrograda que producen realmente el efecto contrario.


(El material que se ilustra a continuación puede ocasionar sensibilidad en el lector. Se recomienda discreción.)

La matanza de delfines es cada vez más frecuente en las costas de Japón.


Realmente es inconcebible como alguien que tiene la capacidad de pensar pueda festejar y auspiciar este tipo de actividades.

Una vez más, el dinero y la codicia ocupan un lugar imperativo dentro de las prioridades del hombre.


La matanza de focas está centralizada básicamente en Canadá, donde su práctica es muy común.

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