
En ocasiones, el "privilegio" y enorme diferencial que tenemos los seres humanos, y que hace que difiramos del resto de los animales, proyecta la inconsciencia, ignorancia e irrespeto por los mismos y el mundo que lo rodea. Un Privilegio que por nuestra arraigada naturaleza egoísta y egocentrista, nos direcciona hacia las acciones que repercutan en la satisfacción de los intereses particulares de muchos, y que desafortunadamente, invade la mentalidad de algunos otros.
Tal situación, se puede ver manifestada en la imperiosa necesidad de este por alcanzar la supremacía sobre las demás especies, jactándose y abusando de ellos para la consecución de este deplorable fin.
Es entonces cuándo por simple entretenimiento y espectáculo, ligado por supuesto con objetivos lucrativos, empleamos nuestra valiosa Razón para utilizar la maravillosa Creación de Dios en la satisfacción de este "imprescindible" deseo; y que muchos de nosotros lo apoyamos, cegados por la ignorancia, y desafortunadamente, en varias oportunidades, dejando a un lado la conciencia de ello para avanzar con esta corriente.

Y me estoy refiriendo, entre muchas otras actividades, a los Circos; una actividad que supuestamente rechaza el maltrato en contra de sus animales, denotando esta idea en sus carteles a la entrada a sus eventos; pensando que con ello se están soltando de esa responsabilidad social, y que realmente va a ser cierto. Pero no podemos permitir que estas letras nos engañen. Si vamos más allá de eso, porqué no trascendemos en dilucidar el hecho de obediencia de un animal que no se encuentra resguardado en su hábitat, apartado de su entorno, de sus actividades naturales, que se encuentra encerrado en jaulas; no pensemos que le recompensarán su buen obrar en un espectáculo con galleticas...por el contrario, le lastiman abruptamente para que sea objeto de los intereses de ellos.

Estos animales necesitan continuar con su estilo de vida, con su cotidianidad, con su naturaleza, y no siendo ultrajados para entretener...
Seamos empáticos y conscientes de ello, y repudiemos totalmente este tipo de obrares.
Por eso les invito para que digamos un resonante...
¡ NO A LOS CIRCOS !
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